MOSCÚ.— Una joven moscovita de 26 años ha acaparado la atención de medios rusos al vender su alma por 100,000 rublos (unos 1,180 dólares). La singular transacción fue realizada con el propósito de comprar una colección de las populares muñecas Labubu y una entrada para un concierto de la cantante folk rusa Nadezhda Kádisheva.
La historia, que comenzó como una broma de un experto en marketing identificado como Dmitri, se materializó cuando la joven, llamada Karina, aceptó el trato. El acuerdo, según el canal de Telegram Mash, fue firmado y sellado con sangre. En su red social, Dmitri publicó el recibo de pago y una foto de la joven con el contrato en mano, con la leyenda «Acabo de comprar mi primera alma. El acuerdo fue firmado con sangre. Me siento Davy Jones, sin lugar a dudas».
Una transacción sellada con sangre y un destino incierto
El insólito acuerdo ha dejado a la joven, al parecer, indiferente. Según el medio ruso, a Karina le importa poco su alma vendida y le ha dejado la decisión de su destino a su nuevo propietario, Dmitri, quien, a su vez, tampoco tiene una idea clara de qué hacer con ella.
La reacción de la Iglesia ortodoxa rusa
A diferencia de los involucrados, la Iglesia ortodoxa rusa no se tomó el hecho a la ligera. Al enterarse del caso, la institución religiosa declaró que Karina «realmente vendió su alma y por tanto, eligió el mal». La Iglesia le auguró «caídas morales y personales, enfermedades, sufrimientos e incluso la muerte», y le recomendó acudir a la iglesia «antes de que sea tarde».
