El Ejército de Israel anunció que Irán lanzó un ataque con misiles contra su territorio, activando las sirenas de alarma en todo el país. Ante el ataque, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) instaron a la población a «permanecer alerta» y seguir las instrucciones del comando del frente interno.
Este ataque ocurre mientras las FDI avanzan con una operación terrestre en el sur del Líbano, iniciada en la madrugada del martes, en la que buscan atacar infraestructuras de Hezbolá. Estados Unidos había advertido previamente sobre indicios de un inminente ataque iraní, mientras reitera su apoyo a Israel y amenaza con «consecuencias severas» para Irán si continúa la agresión.
La incursión de Israel en el sur del Líbano ha sido descrita como una operación “limitada y dirigida” contra las plataformas de lanzamiento de cohetes de Hezbolá. Pese a estos esfuerzos, el grupo libanés ha continuado disparando misiles, incluyendo un ataque reportado hacia Tel Aviv.
Israel ha ordenado la evacuación de 25 aldeas en el sur del Líbano mientras sus fuerzas aéreas lanzan ataques sobre Beirut y otras áreas estratégicas. En tanto, Hezbolá afirma haber atacado la base aérea israelí Sde Dov.
Estados Unidos y Reino Unido han reiterado llamados a un alto el fuego, mientras el secretario general de la ONU, António Gutiérrez, expresó su preocupación por la escalada y pidió evitar a toda costa una «guerra total «. A la vez, el Líbano enfrenta una crisis humanitaria, con más de un millón de desplazados debido a los enfrentamientos.
Queda por ver si esta incursión será una operación rápida o si Israel quedará atrapado en una ocupación prolongada, como ocurrió entre 1982 y 2000. La complejidad del conflicto, con Hezbolá bien armado y entrenado, augura una posible prolongación de la batalla, más intensa que las recientes ofensivas en Gaza.